Un equipo de científicos turcos y estadounidenses iniciará una nueva etapa de excavaciones en una misteriosa formación geológica ubicada en el monte Tendürek, al este de Turquía, la cual podría estar vinculada con la ancestral historia del Arca de Noé.
La estructura rocosa, conocida como Durupınar, ha sido durante décadas objeto de debate entre creyentes, arqueólogos y geólogos. Su forma de barco y su ubicación —cerca del monte Ararat, mencionado en el relato bíblico del Génesis— han avivado teorías que la relacionan con la embarcación que, según la Biblia, salvó a Noé, su familia y una pareja de cada especie animal del Diluvio Universal.
En esta nueva fase, los investigadores emplearán tecnología avanzada, incluyendo sensores geofísicos, estudios del subsuelo y análisis de microestructuras, con el objetivo de determinar si la formación contiene restos orgánicos o artificiales que respalden la teoría de que se trata de una estructura construida por el hombre.
El proyecto está liderado por académicos de tres instituciones: la Universidad Técnica de Estambul (ITU), la Universidad de Ağrı İbrahim Çeçen (AİÇÜ) y la Universidad Andrews, en Estados Unidos.
“Queremos analizar si hay rastros de madera, metales u otros materiales que no puedan explicarse solo por procesos naturales”, declaró el geólogo Oktay Belli, quien forma parte del equipo.

Excavarán en Turquía una formación que podría estar ligada al Arca de Noé
A finales de 2023, un estudio preliminar realizado con muestras del terreno reveló la presencia de materiales inusuales, como minerales y restos orgánicos que podrían tener varios miles de años de antigüedad. Estos resultados impulsaron la aprobación de una excavación más profunda, que ahora ha sido oficialmente autorizada por el gobierno turco.
Aunque aún no se ha determinado la naturaleza exacta de estos restos, los científicos no descartan que se trate de componentes estructurales, como madera fosilizada, que podrían indicar la presencia de una embarcación antigua.

Turquía autoriza excavación de formación con forma de barco vinculada al relato bíblico
El sitio Durupınar ha atraído la atención mundial desde que fue descubierto en 1959 por un piloto turco que sobrevolaba la zona. Su peculiar forma alargada, de casi 150 metros de largo —similar a la descripción bíblica del Arca—, ha generado tanto fervor entre investigadores religiosos como escepticismo entre la comunidad científica.
Muchos geólogos sostienen que se trata simplemente de una formación natural moldeada por procesos de erosión y actividad sísmica en la región. Sin embargo, quienes defienden la posibilidad de un origen artificial argumentan que no existen estructuras similares en otras zonas montañosas de Turquía con esa forma específica.
Si bien los investigadores han sido cautelosos en sus declaraciones, la expectativa es alta. De comprobarse que se trata de una estructura construida por el hombre, y que sus restos datan de hace más de 4,000 años, podría tener profundas implicaciones tanto para la arqueología como para la historia de las religiones abrahámicas.
El equipo científico asegura que todos los resultados serán publicados en revistas revisadas por pares y que mantendrán la transparencia del proceso, independientemente de si los hallazgos respaldan o no la hipótesis del Arca.
“No queremos alimentar teorías sin base. Nuestro trabajo es científico. Si hay una explicación natural, también la aceptaremos”, aclaró uno de los investigadores principales.
Las excavaciones comenzarán en las próximas semanas y se espera que los primeros resultados concluyentes estén disponibles antes de fin de año. Mientras tanto, la formación Durupınar vuelve a estar en el centro de atención mundial, como uno de los posibles puentes entre mito, religión y ciencia.