Sin previo aviso y en plena Semana Santa —cuando muchos esperaban descanso y no sorpresas fiscales— el Gobierno de Nuevo León estrenó una nueva caseta de cobro en el Puente Colombia, elevando el costo de cruzar hacia Texas hasta en un 123%. La medida cayó como balde de agua fría entre exportadores, transportistas y usuarios, quienes no solo se enteraron por la prensa, sino que hasta ahora no han recibido una explicación oficial ni del gobernador Samuel García ni de su administración.
Esta decisión ha encendido críticas en el sector comercial, ya que ahora un tractocamión con cinco ejes paga 145 pesos por cruzar por Colombia, frente a los 65 pesos que costaba antes. El incremento brutal, además de no haber sido comunicado con anticipación, se cobra en una segunda caseta ubicada apenas 500 metros antes de la tradicional. En otras palabras: doble peaje, doble molestia.
El argumento de que la carretera La Gloria-Colombia es “gratis” queda completamente rebasado por la percepción de que el Gobierno de Nuevo León está improvisando medidas fiscales en detrimento de la competitividad regional. Mientras en Tamaulipas los tráilers con 4 o más ejes pagan 144 pesos por el cruce, en Nuevo León ya se dispara hasta los 244 pesos.
“¿De qué sirve cacarear que la carretera es gratuita si al final nos meten un nuevo cobro para cruzar a Estados Unidos?”, se quejan exportadores, quienes además acusan al gobierno estatal de implementar esta medida de forma opaca y estratégica, justo en un periodo de menor actividad mediática como Semana Santa.
Una medida que desincentiva el comercio exterior
Eduardo Villarreal, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Colombia Nuevo León, externó su sorpresa: “En todos los puentes hay una sola caseta. Aquí, sin decir agua va, ahora hay dos y sin notificación”. Además, remató: “Ya está en las inmediaciones de los dos lados del Puente Colombia”.
El impacto no solo es económico. También es político. Este movimiento contradice el discurso constante del gobernador Samuel García sobre modernidad, atracción de inversiones y apoyo al comercio exterior. Lejos de facilitar el paso, el nuevo peaje complica la logística y encarece los cruces, haciendo del Puente Colombia una opción menos atractiva frente a alternativas como el Puente III de Nuevo Laredo.
Si el objetivo era recaudar más, lo están logrando. Pero si la intención era fomentar el desarrollo económico y consolidar a Nuevo León como una plataforma logística de clase mundial, decisiones como esta parecen ir en sentido contrario.